Si observamos el gráfico, queda patente que los miembros de mi familia tienen hábitos bastante saludables, aunque algunos aspectos tienen que esforzarse en mejorarlos, ya que un 40% de las respuestas son a veces.
martes, 7 de abril de 2015
domingo, 15 de marzo de 2015
noticia sobre los sentidos
Logran implantar una mano biónica con sentido del tacto
Científicos estadounidenses han conseguido colocar una mano biónica con sentido del tacto a un paciente, que pudo saber cuándo tocaba teniendo los ojos cerrados.
La robótica es uno de los sectores de la tecnología que más se ha desarrollado en los últimos años y su colaboración con el mundo de la medicina está siendo fructífera. En esta ecuación están implicados campos diversos como la fabricación del hardware, la conexión de este con las estructuras del cuerpo humano o la inteligencia artificial necesaria para que el conjunto funcione. En este caso se trata de un nuevo logro: la implantación de una mano biónica con sentido del tacto en un paciente.
No es la primera vez que se consigue dotar a un implante robótico de la capacidad de sentir. Un equipo de investigadores de la Universidad de Chicago hizo públicos el pasado año los resultados de un experimento con monos en el que habían conseguido aportar a estos la sensación de tacto mediante una mano artificial. Los responsables del trabajo apuntaron que esta era la primera vez que un ser vivo podía percibir tacto mediante un implante artificial.
Desde la Escuela Politécnica Federal de Lausanne, en Suiza, y la Escuela Superior Santa Anna, en Italia, llevaron a cabo otra aproximación. Hace unos meses anunciaron que habían construido una mano artificial sensible al tacto, que podría hacer a los pacientes sentir y reconocer objetos. Sólo han pasado unos meses de este anuncio y ya se ha conocido otra investigación que ha logrado implantar una mano biónica con sentido del tacto.
El brillante trabajo, procedente de la Case Western Research University, en el estado de Cleveland, coincide con otro llevado a cabo por científicos de la Universidad Tecnológica de Chalmers, en la ciudad sueca de Gotemburgo, del que nos hemos hecho eco en el Blog Think Big. Cada uno de ellos por separado representa un gran salto hacia delante para el perfeccionamiento de implantes biónicos. Los suecos fijaron un implante de titanio directamente en el hueso de un paciente, lo que le permite recibir sensaciones táctiles en forma de vibraciones.
Pero la investigación del equipo estadounidense está más centrada en aportar directamente el sentido del tacto. El paciente que ha recibido el implante se llama Igor Spetic, tiene 48 años y sufrió una amputación tras un accidente industrial. Los científicos taparon mediante una cortina la mano artificial y probaron si Igor podía notar cuándo algo tocaba su extremidad implantada. En efecto, así fue.
No sólo eso, sino que Igor puede realizar tareas rutinarias como agarrar una botella de agua endeble y beber de ella o coger el tallo de una cereza. Dustin Tyler, profesor adjunto de ingeniería biomédica de la Case Western Research University, señala que realmente la percepción del tacto ocurre en el cerebro, no en la propia mano. “Perder un miembro es solamente perder el enchufe que enciende o apaga esa sensación”, indica.
Aún queda trabajo por hacer, pues la mano biónica con sentido del tacto de momento sólo se puede usar en el laboratorio, pues los sensores se encuentran en el exterior del implante. Los científicos aún tienen que integrar esta parte en la propia mano para que se pueda usar de forma corriente, en un entorno cotidiano.
Hallazgo sobre las ondas sonoras dentro del oído interno
Las ondas sonoras dentro del oído interno no se mueven de arriba abajo exclusivamente. Algunas de las ondas de sonido procesadas se mueven lateralmente. Este nuevo descubrimiento amplia nuestros conocimientos sobre el funcionamiento del oído interno y puede influir en el desarrollo futuro de los audífonos.
Durante más de 50 años, se sabe que las ondas de sonido dentro del oído interno se mueven de arriba a abajo. Ahora, científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts , han descubierto que algunas ondas de sonido dentro del oído interno se mueven de lado a lado.
Las ondas de sonido laterales viajan a través de la membrana tectorial de la cóclea situada en el oído interno. Esta membrana es una diminuta estructura gelatinosa. A pesar de su pequeño tamaño juega un papel mucho más importante para el proceso auditivo de lo reconocido anteriormente, ya que recoge y transmite selectivamente la energía a distintas partes de la cóclea por medio de ondas de sonido laterales.
Las ondas de sonido laterales viajan a través de la membrana tectorial de la cóclea situada en el oído interno. Esta membrana es una diminuta estructura gelatinosa. A pesar de su pequeño tamaño juega un papel mucho más importante para el proceso auditivo de lo reconocido anteriormente, ya que recoge y transmite selectivamente la energía a distintas partes de la cóclea por medio de ondas de sonido laterales.
Mayor comprensión de la audición
Hasta la fecha los científicos no habían sido capaces de explicar con detalle cómo el oído recibe y discrimina los sonidos, por ejemplo, para ser capaces de oír un susurro o un instrumento desafinado en una orquesta sinfónica. Este nuevo hallazgo del movimiento de las ondas sonoras dentro del oído interno nos acerca a una respuesta.
Los investigadores del MIT esperan que haber descubierto la importancia de la membrana tectorial y del movimiento lateral de las ondas sonoras sirva para mejorar los audífonos y los implantes cocleares. Este hallazgo puede conducirnos a desarrollar tratamientos para personas con pérdida de audición asociada a la membrana tectorial.
Los investigadores del MIT esperan que haber descubierto la importancia de la membrana tectorial y del movimiento lateral de las ondas sonoras sirva para mejorar los audífonos y los implantes cocleares. Este hallazgo puede conducirnos a desarrollar tratamientos para personas con pérdida de audición asociada a la membrana tectorial.
Biología
Los Ultrasonidos
Es muy difícil siquiera suponer cómo es la “visión” sonora de un murciélago. En medio de las tinieblas, a menudo en lugares intrincados, llenos de obstáculos, bailan su vals dirigidos por los ecos que reciben en respuesta a su propia voz, emitida en frecuencias ultrasónicas. Por la nariz o por la boca, según las especies, lanzan haces de ultrasonidos y escuchan el eco de los objetos que se interponen; el cerebro integra esas señales y construye una imagen sonora tridimensional, en movimiento. Es el bien conocido sónar de los murciélagos, el sistema de navegación por el que el animal oye el entorno por los ultrasonidos que él mismo emite. Es como si nosotros sólo viésemos lo que nos rodea a través del haz de una linterna.
Por definición, un ultrasonido es inaudible. El oído humano, uno de los más agudos y sensibles del reino animal, tiene como límite de escucha los 20 kiloherzios, lo que en términos de tono corresponde a un sonido tan agudo como un alfilerazo en el oído. Para superar ese umbral en el que se abre el mundo sensorial de los murciélagos, necesitamos recurrir a medios técnicos muy específicos. Se trata de captar el ultrasonido y, por diferentes vías, convertirlo a frecuencias audibles. La jerga habla de receptores heterodinos, división de frecuencias o expansión temporal de la señal. Pero para hacernos una idea, por analogía, el proceso es similar al que se hace con la fotografía de luz infrarroja, donde las frecuencias invisibles viran al rojo chillón.
Utilizando estas técnicas se puede oír la estructura de la señal de un murciélago y obtener mucha información sobre su vida en una oscuridad cargada sutilezas. Hay especies que emiten sus haces ultrasónicos en frecuencias tan bajas que resultan audibles en parte como pulsos muy agudos, casi escupidos en el aire. En estas franjas oyen los nóctulos, los murciélagos hortelanos y, a veces, los murciélagos enanos, los más abundantes de la fauna voladora nocturna.
Otras, la mayor parte, emiten en torno a frecuencias claramente ultrasónicas, en rangos comprendidos entre los 40 y 60 khz. En ese margen resuenan los chasquidos y gorjeos de murciélagos ratoneros y ribereños. Y en el ultrasonido lejano, por encima de 80 y hasta 120 khz, se propagan las llamadas en frecuencia modulada de los murciélagos de herradura, los gigantes entre la familia de los microquiróptero.
lunes, 9 de marzo de 2015
El Alzheimer
La Enfermedad de Alzheimer, la causa
más frecuente de demencia en los ancianos, es un trastorno grave, degenerativo,
producido por la pérdida gradual de neuronas cerebrales, cuya causa no es del
todo conocida. Se trata de una enfermedad muy rara en los pacientes jóvenes,
ocasional en los de mediana edad y más frecuente a medida que se cumplen años.
La enfermedad afecta a las partes del
cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje. Aunque cada día
se sabe más sobre la enfermedad, todavía se desconoce la causa exacta de la
misma y hoy por hoy no se dispone de un tratamiento eficaz.
- Es la forma más común de la demencia
El Alzheimer es la forma más común
de la demencia. Demencia es un
término general para describir la pérdida de memoria y de otras habilidades
intelectuales y es tan severa que interfiere con la vida cotidiana del
individuo. El Alzheimer representa del 60 al 80 por ciento de los casos de la
demencia.
- Es más común de lo que usted piensa
Hoy en día, se estima que 5,4
millones de personas en los Estados Unidos tienen la enfermedad de Alzheimer.
Para el año 2050, el número de personas en los Estados Unidos con la enfermedad
puede alcanzar a los 16 millones.
- Se empeora con el tiempo
El Alzheimer empeora al pasar el
tiempo y es fatal. Aunque existen muchos síntomas, la mayoría de las personas
experimentan pérdida de memoria severa que afecta las actividades diarias y la
habilidad de gozar pasatiempos que la persona disfrutaba anteriormente.
Otros síntomas son confusión,
desorientación en lugares conocidos, colocación de objetos fuera de lugar, y
problemas con el habla y/o la escritura.
- Tratamiento
Hoy por hoy no existe ningún tratamiento que pueda curar la enfermedad de Alzheimer. La enfermedad progresa de forma más o menos rápida, hacia un deterioro severo que precisa de ayuda para todas las actividades básicas. Sin embargo en algunas personas, en las fases temprana y media de la enfermedad, medicamentos como los inhibidores de la colinesterasa pueden prevenir el empeoramiento de algunos síntomas durante un tiempo limitado.
Dentro de los inhibidores de la colinesterasa están la tacrina (Cognex), donepezilo (Aricept), rivastigmine (Exelon) o galantamine (Reminyl). También se ha usado como tratamiento específico la memantina (Axura, Ebixa) o la selegilina entre otros.
Tacrina es un inhibidor de la colinesterasa que consigue el aumento de los niveles cerebrales de acetilcolina. Estudios han demostrado que su consumo produce una mejoría en la valoración que los cuidadores hacen del nivel funcional del paciente, y también se asocia a menor deterioro conginitivo a los 2 años. La respuesta se da en el 10-20% de los pacientes, un porcentaje que puede parecer pequeño, pero que resulta esperanzador cuando existen pocas alternativas. Los efectos secundarios que produce son nauseas, vómitos y diarrea. Además puede ser hepatotóxico, por lo que hay que hacer análisis para ver si ha afectado al hígado, y en ese caso reducir la dosis. No parece que ofrezca beneficios en las fases avanzadas de la enfermedad, y por este motivo no está autorizado su uso en estos estadios en nuestro país
Un porcentaje muy pequeño de personas que desarrollan la enfermedad tienen este tipo de Alzheimer hereditario ; por lo general se caracteriza por una aparición temprana, antes de los 65 años de edad. El Alzheimer hereditario es causado por mutaciónes genéticas heredadas "raras". Los científicos han identificado tres genes en los cuales las mutaciónes causan el inicio temprano del Alzheimer
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